Las lesiones en los ojos son traumatismos comunes, dadas en situaciones bastantes cotidianas como bien puede ser en la jornada laboral, haciendo deporte, cocinando e incluso jugando con tu mascota. En este artículo vamos ver Cómo tratar un rasguño en el ojo.
Rasguños en los ojos: tipos y síntomas
Se suelen presentar diferentes síntomas, como por ejemplo un punto de sangre, línea o enrojecimiento en la conjuntiva (membrana de mucosa transparente que tapiza el globo ocular) o esclera (es el recubrimiento exterior blanco del ojo); además de esto, pueden presentarse dolor ocular, irritación o sensación de un cuerpo extraño en el ojo, lagrimeo, quemazón y ardor.
En el caso de que te rasguñes o lastimes la córnea, lo cual se conoce como abrasión corneal, puede afectar permanente la visión, los síntomas de esta patología incluyen visión borrosa, sensibilidad a la luz y dolor de cabeza.
Debes atender al oftalmólogo si te rasguñas el ojo, en caso de ser una herida de mayor gravedad (presenta mucho dolor y problemas para ver) acude directamente a urgencias.
Algunas abrasiones corneales son de carácter menor y pueden sanar por sí solas en un par de días, sin embargo, es importante contar con el acompañamiento de un experto, en este caso un oftalmólogo que realice un examen ocular detallado para descartar riesgos mayores.
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Tratamiento y prevención para las lesiones en los ojos
El tratamiento más común suelen ser gotas oftálmicas, que cuentan con esteroides para disminuir la inflamación de la herida y reducir el riesgo de cicatrices. Otro medicamento usado para esta clase de lesiones es el ungüento antibiótico que tiene como principal propósito prevenir infecciones bacterianas. También pueden recetar lágrimas artificiales que lubrica e hidrata el ojo para aliviar cualquier molestia.
Recuerda siempre que estas gotas deben ser previamente recetadas por el especialista, ya que estas requieren una fórmula médica para su venta.
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Hay ciertos cuidados necesarios en caso de presentar un rasguño en el ojo; en primera instancia debes desinfectar el ojo con una solución salina para limpiar la superficie ocular, puedes utilizar una pequeña copa de vidrio o de plástico apoyarla en el hueso de la base de la órbita que está debajo de tu párpado inferior y sumergir el globo ocular en la sustancia que está dentro del vaso.
También el parpadeo puede ser una gran estrategia para eliminar las partículas de polvo y suciedad que hayan entrado en el ojo.
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En ciertas ocasiones puedes llevar el párpado superior sobre el párpado inferior, de esta manera las pestañas del párpado inferior podrán despegar cualquier partícula que haya quedado atrapada debajo del párpado superior. Por otro lado, las gafas oscuras facilitan la comodidad de la visión, puesto que la luz llega a irritar el ojo afectado.
Tampoco debes frotar o tocar el ojo, debido a que esto provocará que la herida se empeore, además de aumentar el riesgo de una infección. Trata de no utilizar lentes de contacto bajo ninguna circunstancia, pues esto aumenta los riesgos de infección y retrasa el proceso de cicatrización.
El uso de gotas para reducir el enrojecimiento puede llegar a causar intenso dolor y generar efectos colaterales al no estar bajo una fórmula médica ni la supervisión de un oftalmólogo.
Afortunadamente los ojos tienen una cicatrización bastante rápida, es decir que un rasguño en el ojo puede llegar a sanar más rápido que una cortada en la piel; sin embargo, también debes tener en cuenta el diagnóstico proporcionado por su oftalmólogo. De igual forma, cada rasguño es muy diferente y no se puede predecir con exactitud el tiempo en el que sanará, sólo se da un pronóstico con la mayor precisión posible.
Otras recomendaciones para el cuidado de los ojos
También, debes consultar con tu médico la duración de los dolores o síntomas de los rasguños, pues en caso de que persistan debe acudir inmediatamente a urgencias o en lo posible a su oftalmólogo.
Recuerda mantener los protocolos de protección para cada tipo de actividad que pueden implicar riesgos para sus ojos, tales como el deporte ya sea en un espacio cerrado, abierto o acuático, al igual que la exposición al sol a distintos tipos de radiaciones, en el trabajo, sobre todo si se está en contacto con sustancias tóxicas, que pueden causar quemaduras o lesiones graves.
El principal método de cuidado para las situaciones anteriormente mencionadas, es la utilización de gafas de sol, claramente recetadas y con ciertas funciones específicas como lo es el filtro UVA y UVB. Además de ser un sistema de protección, las gafas pueden ser una ayuda para el desarrollo de diferentes actividades como por ejemplo en el deporte al facilitar la vista lejana o periférica, y, por tanto, adaptarse a los gustos deseados para cada paciente.