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Degeneración macular húmeda: síntomas, diagnóstico y tratamiento

Degeneración Macular relacionada con la edad (DRME)

La degeneración macular húmeda es una patología visual asociada a la edad, que genera visión borrosa o un punto ciego dentro del campo visual.

La causa principal de esta enfermedad es la formación de vasos sanguíneos debajo de la retina. Estos nuevos vasos, suelen ser muy frágiles y tienden a perder líquido y sangre. Estos fluidos dañan la mácula, moviéndola de su sitio original.

La mácula o mácula lútea se encuentra dentro de la retina y es la encargada de que podamos ver el detalle en un objeto. Por lo tanto, es lo que nos permite leer, conducir, reconocer rostros y tener una vista nítida de los objetos cercanos, que tenemos a nuestro alcance.

Este padecimiento ocular afecta, principalmente, a personas mayores de 65 años, dado que es provocada directamente por el deterioro asociado a la edad.

Síntomas de la degeneración macular húmeda

Los síntomas de la degeneración macular húmeda asociada con la edad o DMAE húmeda, suelen aparecer de manera repentina y avanzan con rapidez. Es por ello, que es importante consultar al oftalmólogo si el paciente percibe las siguientes alertas:

  • Visión central reducida. Puede ser en uno o en ambos ojos.
  • Visión distorsionada. Ver líneas curvas, cuando en realidad son rectas.
  • Vista empañada o borrosa.
  • Disminución del brillo o la intensidad de los colores.
  • Incapacidad de visualizar detalles de objetos cercanos. Puede ir acompañado de la dificultad repentina para realizar tareas habituales como leer, cocinar, reconocer rostros o usar el celular.

¿Cómo se llega al diagnóstico de la DMAE húmeda?

En caso de padecer de estos síntomas, es imperante asistir a una consulta con el oftalmólogo, quien evaluará la gravedad de la situación y, después de realizar una serie de estudios médicos, elaborará un diagnóstico. Además de los estudios, el especialista también tendrá en cuenta la historia clínica del paciente y su historia familiar, ya que la genética siempre se encarga de hacer lo suyo.

Las pruebas que suelen realizarse en estos casos son:

  • Fondo de ojo: en este examen se busca observar la parte posterior del ojo. El oftalmólogo coloca gotas en los ojos con el fin de dilatar las pupilas y, una vez que esto sucede, los observa con una lente especial llamado oftalmoscopio.
  • Test de Amsler: el especialista muestra al paciente una rejilla de líneas rectas para saber si las ve así o si su visión está distorsionada y, como consecuencia, visualiza líneas curvas.
  • Angiografía fluoresceínica: se inyecta un líquido de contraste en el brazo del paciente, el cual se desliza hasta los vasos sanguíneos de los ojos y una cámara detecta si los vasos presentan derrames.
  • Tomografía de coherencia óptica: es un estudio no invasivo de diagnóstico por imágenes que ofrece imágenes de la retina para ver si está dañada.

Habiendo detectado correctamente la enfermedad, el oftalmólogo podrá definir cuál será el tratamiento más adecuado para revertir o reducir el problema.

Tratamiento de la DMAE húmeda

Existen tres tratamientos posibles:

  1. Terapia fotodinámica: combina una droga activada por la luz y un láser frío. Es un tratamiento ambulatorio que se realiza en el consultorio. El medicamento se inyecta en el brazo del paciente y luego se aplica rayo láser sobre el ojo, con el objetivo de atacar los vasos sanguíneos defectuosos.
  2. Tratamiento láser: este tratamiento de láser térmico también es ambulatorio y se realiza dentro del consultorio del oftalmólogo. El rayo láser produce una quemadura que destruye los vasos sanguíneos anormales.
  3. Inyección con anti-FCVE: se inyecta sobre el ojo previamente anestesiado, una droga que reduce o impide la nueva formación de vasos sanguíneos que dañen a la retina.