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Las enfermedades visuales más comunes en adultos mayores

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Las patologías que afectan la visión de las personas mayores a los 65 años de edad son varias y muy frecuentes. De manera que la prevención y los controles médicos son fundamentales para retrasarlas o evitarlas.

Si bien el deterioro físico implica ciertos problemas, no significa que vejez sea sinónimo de pérdida de visión. Hay muchas patologías frecuentes que pueden ser tratadas y prevenidas.

Las enfermedades visuales más frecuentes en adultos mayores

Tener buena visión influye de manera positiva en el estado de salud general de todas las personas. Por desgracia, aquellas que superan los 65 años de edad, son población de riesgo, ya que son las más propensas a ser diagnosticadas con padecimientos oculares.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer, en su último informe, que el 75% de las personas que padecen de discapacidad visual, superan los 65 años de edad. Las enfermedades más comunes entre esta población son las siguientes:

Presbicia o vista cansada

Con el paso del tiempo, el ojo va perdiendo su capacidad de acomodación a causa de que el cristalino pierde elasticidad , lo que produce que se reduzca nuestra capacidad de ver con claridad objetos que se encuentran muy cerca de nuestra vista. Una alarma muy fácil de detectar es el hecho de alejar el objeto que se está mirando, separándolo de la cara hasta poder visualizarlo nítidamente.

La presbicia es una enfermedad que puede aparecer a partir de los 40 años de edad y para evitar que avance con mayor rapidez y dificulte la vida cotidiana del paciente, es importante que consulte con el oftalmólogo para que le haga estudios y le recete unas gafas apropiadas.

Cataratas

Esta enfermedad sí está relacionada ya con la salud visual de personas mucho mayores. Es una de las patologías que, a largo plazo, puede causar ceguera.

Se trata de un padecimiento que afecta al cristalino, una especie de “lente” natural del ojo que se encuentra detrás del iris. Puede afectar tanto al género masculino como al femenino. Al ser progresivo, su avance comienza con síntomas que en un principio pueden pasar desapercibidos, como visión borrosa, deslumbramiento y la dificultad para percibir bordes y relieves.

Si bien todos los adultos mayores están expuestos a padecer cataratas, hay ciertos factores de riesgo que aumentan las probabilidades de sufrirlas. Por ejemplo:

  • Tabaquismo
  • Obesidad
  • Diabetes
  • Hipertensión arterial
  • Exposición excesiva a los rayos del sol (UV)
  • Corticoides durante un período prolongado de tiempo
  • Medicamentos para la hipercolesterolemia

La buena noticia es que el tratamiento consiste en una cirugía, que tiene historial de resultar exitosa y puede revertir la ceguera por cataratas.

Degeneración macular asociada a la edad (DMAE)

SI bien hay otro tipo de degeneración macular , la DMAE es la que afecta únicamente a los adultos mayores.

Esta enfermedad se caracteriza por generar una lesión en la retina como consecuencia de una acumulación de desechos en la mácula, una zona del ojo esencial para garantizar la visión cercana. Entre los síntomas más comunes están: la disminución brusca de la visión, la visión deformada y la percepción de una mancha que se hace notar al tratar de ver de cerca.

Los factores de riesgo se encuentran:

  • Alteraciones de los lípidos (grasas)
  • Hipertensión
  • Tabaquismo
  • Alcoholismo
  • Obesidad
  • Diabetes

Al tratarse de una degeneración de la mácula, el paciente tiene la imposibilidad de realizar tareas básicas como leer, cocinar y reconocer rostros que se encuentran cerca de él, lo que, con el tiempo, puede poner en riesgo su independencia.

Para evitar contraer estas enfermedades, siempre es necesario reconocer la importancia de realizar los controles oftalmológicos  correspondientes según la edad.