Los quistes de milium tienen una apariencia bastante similar a las espinillas blancas, por lo que pueden llegar a confundirse con ellas. Sin embargo, estos quistes no duelen al rozar ni tampoco suelen presentar inflamación. Es decir que, los quistes de milium son unas pequeñas bolitas blancas, de alrededor 1 milímetro de tamaño que aparecen en el rostro, en zonas como las mejillas y la nariz. Estos quistes están compuestos de queratina y no son de carácter contagioso.
¿Por qué aparecen los quistes de milium?
En algunos casos pueden aparecer de forma espontánea, pero también pueden salir por la aplicación de cosméticos y medicamentos no adecuados. También suele darse en los bebés, por la falta de madurez en el folículo sebáceo en la cara. La aparición de estos quistes está influenciada por ciertos factores como la genética, sufrir quemaduras, la sobreexposición a los rayos UV del sol, el uso permanente y/o constante de esteroides, mal uso de cosméticos muy grasos e incluso si el paciente sufre de otras enfermedades cutáneas.
Normalmente las personas con pieles grasas tienden a presentar este fenómeno con más frecuencia, sin embargo, las personas de piel seca o mixta también pueden presentar los quistes de milium. Los quistes también pueden aparecer sobre los párpados y alrededor de la boca, es un fenómeno benigno y bastante común.
Recuerda siempre acudir al médico especialista, en este caso un dermatólogo, si crees tener un quiste de milium en tu rostro. Al ser similares a una espinilla, las personas suelen apretarlos e irritarlos, lo cual no es nada aconsejable, dado que dañaremos la piel. La única forma de extirpar estos quistes es con un instrumental adecuado que disponen los dermatólogos en su consultorio; de esta manera no se sufrirá dolor y se eliminarán de una forma segura.
Tratamientos y recomendaciones para los quistes de milium
Estos quistes también se pueden tratar con otro tipo de tratamientos como los retinoides tópicos (químico relacionado con la vitamina A que se asocia con el crecimiento de las células epiteliales), la extracción con agujas estériles, electrocoagulación, peelings químicos, láser, entre otras opciones. Es importante acudir a la valoración de un médico antes de realizar este tipo de procedimiento, ya que puede haber riesgo de infección.
En cuanto al cuidado o la rutina diaria, que se debe adquirir en caso de presentar este tipo de patologías, se aconseja principalmente utilizar productos que fomenten la renovación celular, productos como los peelings superficiales (retinol, ácido salicílico, la gluconolactona, el ácido glicólico, entre otros). Recuerda nuevamente, atender primero a un dermatólogo para realizar un seguimiento y evitar riesgo de irritación u otros problemas.
Entre otras recomendaciones se encuentra la fotoprotección y el correcto uso de cosméticos apropiados para cada tipo de piel. Todo esto con la higiene diaria de la piel y una exfoliación que sea bastante suave semanalmente, tampoco se recomienda el uso excesivo de cremas y otros productos para la piel.
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Otras recomendaciones para el cuidado de la piel
Recuerda complementar tus cuidados diarios para la piel de tu rostro con una buena alimentación, que proporcione hidratación, para ello debes tomar la suficiente cantidad de agua. También es importante tener un muy buen hábito de sueño y realizar actividad física moderada de forma regular.
Alimentación: una dieta balanceada para el cuidado de la piel
Los alimentos que más se aconseja incluir en la dieta balanceada para el cuidado de la piel son los cítricos (pomelo, limón, naranja, mandarina) ricos en vitamina C, que es un nutriente de carácter antioxidante, este puede llegar a intervenir en la producción y formación del colágeno, que cumple la función de dar firmeza y elasticidad en la piel. También se puede encontrar la vitamina C en verduras como los pimientos y la col.
Los frutos rojos (fresas, frambuesas, moras, arándanos) también contienen vitamina C y flavonoides, lo que los hace alimentos antioxidantes que contribuyen a la disminución de la destrucción celular y el envejecimiento prematuro.
Por otro lado, los frutos secos (nueces, pistachos, almendras, avellanas) son ricas en vitamina E y cumplen una importante función para el cuidado del organismo, dado que reducen la oxidación celular. Además, algunos de estos frutos como las nueces actúan como antiinflamatorio pues son ricas en cobre.
Finalmente, las proteínas cuentan con vitamina B6 y selenio. Este tipo de alimentos proporciona múltiples beneficios al organismo como la pérdida del tono muscular y el descongelamiento de la piel de la cara y el cuello, evitando así que la piel envejezca o se presenten alteraciones como manchas.
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También, recuerda el lavado regular de las manos y la higiene con los objetos de uso personal, para evitar el riesgo de contraer infecciones y alergias. Para más información sobre otras patologías puedes consultar nuestro blog.