La vitamina E se califica como un nutriente liposoluble (es decir, que se puede disolver en grasas o aceites) y está presente en varios alimentos. Tiene una acción corporal como antioxidante, es decir ayuda a proteger nuestras células de las afecciones que pueden ocasionar los radicales libres, daños como el envejecimiento, algunas alteraciones en el ADN, algunas enfermedades cardiovasculares, diabetes, entre otros. Los radicales libres se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos consumidos en energía, de igual manera también pueden estar presentes en el humo del cigarrillo, la contaminación del aire y la radiación ultravioleta de los rayos solares. Dado lo anterior, es importante evitar la exposición prolongada a estos ambientes.
Funciones
Además de lo anterior, esta vitamina tiene múltiples beneficios, uno de ellos es el fortalecimiento del sistema inmunitario dado que ayuda a combatir cuerpos infecciosos como los virus y las bacterias. Por otro lado, favorece la dilatación de los vasos sanguíneos, de manera que impide la formación de coágulos en la sangre. La vitamina E también está involucrada en el proceso celular, dado que las células la emplean para interactuar entre sí mismas y poder cumplir diferentes funciones.
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Por ejemplo, para los trastornos oculares una combinación entre otros antioxidantes, zinc, cobre y la vitamina E, demostró ser realmente eficaz para retrasar la pérdida de la visión en cuestiones relacionadas con la edad como la degeneración macular. De igual manera, para las funciones mentales ha demostrado beneficiar a personas saludables o en algunos casos, a personas que padecen problemas leves de la función mental.
Cantidad diaria necesaria
La cantidad de vitamina E necesaria varía de acuerdo a la edad, por ejemplo, diariamente un bebé de seis meses necesita alrededor de 4 miligramos de vitamina E. Asimismo, los bebés entre 7 y 12 meses se les aconseja consumir 5 miligramos diarios de vitamina E, para los niños de 1 a 8 años está estipulado un consumo de 6 a 7 miligramos diarios de vitamina, los niños y adolescentes de 9 a 18 años necesitan en promedio de 11 a 15 miligramos diarios de esta vitamina. Los adultos necesitan 15 miligramos diarios de vitamina E.
Para las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia se les aconseja consumir de 15 a 19 miligramos diarios de vitamina E.
Alimentos que contienen la vitamina
Los alimentos que contienen este tipo de vitamina son los siguientes: Los aceites vegetales hechos a base de germen de trigo, girasol y cárcamos son una de las fuentes principales de vitamina E, al igual que los aceites de maíz y de soja.
Alimentos como el maní, las avellanas y las almendras, es decir frutos secos, o semillas como las de girasol también son excelentes fuentes de dicha vitamina. Las hortalizas de hojas verdes (como la espinaca y el brócoli) y otros alimentos como cereales fortificados, jugos de fruta o productos para untar, también suelen contar con este nutriente.
De igual manera, existen diversos suplementos que proporcionan la vitamina E, para elegir el correcto se debe tener en cuenta la cantidad de vitamina E, dado que la mayoría de suplementos vitamínicos suelen contar con cantidades mucho más elevadas de esta vitamina a las recomendadas, lo cual no es para nada aconsejable. También se debe observar con detenimiento la forma de vitamina E dado que depende del compuesto se obtendrá una potencia de actividad en el organismo, las dos fuentes más presentadas son el “d-alfa-tocoferol” que es de carácter natural y el «dl-alfa-tocoferol” que es de carácter sintético.
Deficiencia de la vitamina E
En cuanto a la deficiencia de esta vitamina casi siempre suele estar relacionada con enfermedades de la malabsorción de grasas o nutrientes, dado que el sistema digestivo necesita de la grasa para absorber la vitamina E. Por otro lado, la deficiencia de vitamina E también puede llegar a causar daños a los músculos e incluso a los nervios, ocasionando pérdidas en la sensibilidad de las extremidades y en algunos casos del movimiento corporal. La deficiencia de vitamina E también puede ocasionar problemas de visión y el debilitamiento del sistema inmunitario.
Exceso de la vitamina E
Las dosis elevadas de esta vitamina puede ocasionar el aumento de riesgo de sangrado, dado que el exceso de la vitamina E produce una menor capacidad de coagulación tras una herida u otro traumatismo, de igual manera aumenta el riesgo de presentar un derrame cerebral hemorrágico. Por otro lado, algunos estudios han demostrado que el exceso de esta vitamina también contribuye al riesgo de padecer cáncer de próstata.
De igual manera, recuerda complementar esta dieta balanceada con actividad física como el deporte para mejorar tu salud y estado corporal.