Usar lentes de contacto es una muy buena opción para aquellas personas que no desean usar gafas de manera constante o someterse a una cirugía ocular.
La indicación para usarlos puede tener múltiples causas: el paciente puede presentar miopía, astigmatismo, hipermetropía, anisometropía, entre otras patologías visuales.
Como cualquier elemento, si bien pueden representar una gran solución, este tipo de lentes también puede traer consecuencias negativas.
Si estás pensando en pasar de gafas a lentes de contacto, este artículo es para tí. A continuación, te contaremos todas las ventajas y desventajas de utilizar lentes de contacto.
Ventajas de usar lentes de contacto
- A diferencia de las gafas, no se empañan. Al estar pegados directamente al globo ocular y estar compuestos por otro material, no se empañan como consecuencia de la variación de temperatura.
- Son cómodas. Si están bien colocados, los lentes de contacto no se sienten y el paciente directamente no los percibe.
- Aportan amplitud de visión. Al estar apoyados sobre la retina, abarcan por completo el campo de visión que el ojo
- Se puede hacer deporte con los lentes puestos. Una dificultad muy común es que a los deportistas se les complica realizar sus prácticas habituales con las gafas puestas. De manera que los lentes de contacto son la solución ideal para ellos.
Desventajas de usar lentes de contacto
- Infección ocular. La falta de higiene, tanto de las pestañas y párpados, así como de los lentes en sí, puede causar infecciones en los ojos.
- Desarrollo de intolerancia a los lentes de contacto. Hay distintos tipos de lentes: algunos son de uso prolongado, mientras que otros deben ser retirados e higienizados durante la noche. En este último caso, es importante recordar quitárselos porque, de lo contrario, se puede desarrollar una intolerancia a los lentes de contacto.
- Úlceras superficiales. Se producen cuando los lentes están contaminados, a causa de una mala limpieza, o ausencia de ella.
- Sequedad ocular. Si se está en ambientes secos, áridos, o se está en contacto constante con polvo y arenilla, no es recomendable usar lentes de contacto, ya que el ojo debe estar bien hidratado para colocarlos y que funcionen con normalidad.
Tipos de lentes de contacto
Antes de tomar la decisión de escoger entre usar gafas o lentes de contacto, también hay que saber que existen distintos tipos de lentes. De modo que hay que prestar atención, con el asesoramiento de un médico oftalmólogo, cuál se adapta mejor a nuestra vista.
Los lentes de contacto blandos están compuestos de hidrogel, un plástico con contenido acuoso. Son muy delgados y se amoldan perfectamente a la retina. Fueron los primeros en aparecer en el mercado como única opción ante las gafas de vidrio con marco de plástico o metal.
Los lentes de contacto de hidrogel de silicona presentan una superficie más porosa que el anterior, por supuesto imperceptibles para el ojo humano. Se introdujeron al mercado en el año 2002 y permiten que la córnea reciba una mayor cantidad de oxígeno.
Los lentes GP o RGP son lentes de contacto permeables a los gases. Son más rígidos que los anteriores, pero también presentan poros que permiten la circulación de oxígeno desde el exterior hacia la córnea. Se destacan porque ofrecen una visión mucho más clara y nítida que los lentes ya mencionados y son de especial ayuda para pacientes que sufren de astigmatismo.
Los lentes de contacto híbridos poseen un centro rígido permeable a los gases y una superficie que lo rodea de hidrogel o hidrogel con silicona.
Por último, los lentes PMMA están compuestos de metacrilato de polimetilo. SI bien ofrecen una visión excelente, no permiten el ingreso de oxígeno y es por ello que ya casi no son recetados.